Era un antiguo lavadero pero, ni se podía reutilizar ni tampoco mejorar, por lo que opté por sacarlo todo y crear una isla con plantas para aprovechar mejor las vistas orientas al S-SW.
Su estado era lamentable. Sin forma, una mole que afeaba mucho no sólo el jardín sino las vistas.
Construí muros de contención fijados con cemento en la parte exterior que da al estanque. Instalé riego y tras sembrar plantas colgantes y futuros arbustos, aboné.
Los muros, una vez secos, los teñí para darle ese color ocre usando sulfuro de hierro disuelto en agua.
Resultado final, horizante más depejado y limpio. Y un bonito rincón donde disfrutar de las vistas.
Vistas desde el mirador:
Un pequeño vídeo que hice al finalizar donde se ve mejor todo el resultado:
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